martes, 18 de junio de 2013

FARC siguen reclutando niños

 

Mientras negocian la paz con el gobierno, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) enrolan a menores de edad, según organizaciones oficiales y no gubernamentales.

Por Diana Durán para Infosurhoy.com – 06/06/2013


       En territorios donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han hecho presencia histórica, como la de la imagen en la zona rural de Caloto, departamento de Cauca, el grupo exige a las familias que uno de sus hijos se sume a su causa revolucionaria. (Luis Robayo/AFP)
En territorios donde las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han hecho presencia histórica, como la de la imagen en la zona rural de Caloto, departamento de Cauca, el grupo exige a las familias que uno de sus hijos se sume a su causa revolucionaria. (Luis Robayo/AFP)
BOGOTÁ, Colombia – Más niños y niñas se siguen sumando a los miles que engrosan las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero del tema nada se ha hablado en la mesa de negociación entre los guerrilleros y el gobierno.
“Lo que nos preocupa es que los negociadores dicen que no tienen menores de 15 años de edad en sus filas, cuando hemos visto en los últimos años que cada vez los reclutan más jóvenes”, dijo Hilda Molano, coordinadora de la Secretaría Técnica de la Coalición contra la Vinculación de Niños, Niñas y Jóvenes al Conflicto Armado en Colombia (Coalico), conformada por nueve organizaciones.
Las FARC han sido y siguen siendo – aún en época de diálogos de paz – los mayores reclutadores de menores de edad en el país, dicen expertos, fuentes oficiales y ONGs.
En 2009 se conocían reportes de reclutamiento forzado de las FARC en 13 de los 32 departamentos de Colombia, según Molano. A marzo de este año, la cifra ya iba en 23 departamentos.
“La mayoría [de los que consiguen escapar y participan de programas del gobierno] tiene 16 o 17 años y fueron reclutados con nueve o 10 años. Hasta con tres años se los han llevado, aunque es desde los seis que empiezan a someterlos a sus actividades”, dijo Adriana González, directora encargada del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
De acuerdo con el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, del que Colombia es Estado signatario, cuando la víctima es menor de 15 años se considera reclutamiento forzado, lo que es catalogado como crimen de guerra.
No hay consenso sobre la cantidad de menores reclutados. En el estudio “Como corderos entre lobos”, divulgado en agosto del 2012, la politóloga Natalia Springer aseguró que “no menos de 18.000 niños, niñas y adolescentes forman parte de grupos armados ilegales”.
La cifra incluiría las FARC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), las bandas criminales y las nuevas generaciones de grupos paramilitares.
En las FARC, de cada 10 combatientes, cuatro son menores de edad, dijo Springer. Añadió que la mitad de sus combatientes adultos ingresó a sus filas cuando niño.
“No ha sido posible que se entienda la gravedad de este asunto”, completó. “Siguen reclutando niños a una velocidad impresionante y no se ha podido ni siquiera hacer un censo para empezar a desmontar ese grave problema”, dijo Springer

       El niño en la imagen es miembro de la Guardia Indígena de la Comunidad Nasa, que habita en el departamento del Cauca, Colombia. Compuesta por indígenas de todas las edades, la guardia vela por la seguridad de su población y lucha contra el reclutamiento de sus niños a las filas de las FARC. (César Mariño García/Caudal Images para Infosurhoy.com)
El niño en la imagen es miembro de la Guardia Indígena de la Comunidad Nasa, que habita en el departamento del Cauca, Colombia. Compuesta por indígenas de todas las edades, la guardia vela por la seguridad de su población y lucha contra el reclutamiento de sus niños a las filas de las FARC. (César Mariño García/Caudal Images para Infosurhoy.com)
A la fecha, el gobierno no ha lanzado una cifra oficial sobre cuántos menores hacen parte de las FARC. Se habla sólo de quienes han dejado las armas.
“La guerrilla va renovando su mano de obra. Dimensionar este fenómeno con base en cifras de menores desvinculados, matemáticamente, no sirve para nada”, agregó Springer.
Según el ICBF, de los 5.202 menores desvinculados del conflicto entre noviembre de 1999 y mayo de 2013, el 60% integraba las filas de las FARC. Del total, 28% son niñas.
“En su gran mayoría, han sido víctimas de delitos sexuales como violaciones y embarazos o abortos forzados”, dijo González.
Ese es el caso de Sara (nombre ficticio), reclutada cuando tenía 11 años.
Ella vivía con su familia – indígenas paeces – en la zona rural de Cauca, suroccidente colombiano, cuando miembros del sexto frente de las FARC irrumpieron en su casa y se la llevaron a la fuerza.
Cinco años más tarde, embarazada, logró escapar.
Desde entonces, la dramática historia de Sara empezó a cambiar. Fue ubicada por el ICBF en un hogar tutor, que la acogió cuando estaba a punto de dar a luz.
Luego pudo empezar a estudiar y hoy trabaja en una cadena de restaurantes de comida tailandesa muy popular en Bogotá.
Tácticas de seducción
La Ley de Víctimas de Colombia reconoce como víctima del conflicto todo niño, niña o adolescente que se desvincule de un grupo armado siendo menor de 18 años. “Independientemente de la manera como ingresó”, señala González, quien explica que las FARC no siempre recurren a la fuerza, sino que utilizan modalidades sutiles de reclutamiento.
Los “mecanismos de seducción”, como los llama Molano, incluyen ofertas de trabajo o de proyectos productivos, adoctrinamiento dentro de planteles educativos o enamoramiento de las niñas.
Jorge Calero, director del Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo, ha identificado otras técnicas: oferta de aparatos tecnológicos, ropa o alimentos o promoción de actividades deportivas y culturales.
El programa en que trabaja Calero envía reportes al gobierno cuando se evidencia que en una zona hay altas probabilidades de que ocurra un hecho violento.
Zonas de riesgo
En territorios donde las FARC han hecho presencia histórica, como los departamentos de Huila y Caquetá (sur del país), Cauca (suroccidente del país) o el Meta (Llanos Orientales), exigen a las familias una “cuota”: uno de los hijos de la casa que se sume a su “causa revolucionaria”, explican Molano y Calero.
El grupo guerrillero usualmente envía a los menores reclutados a frentes que se encuentren alejados de sus lugares de origen, para que sus familias les pierdan el rastro, dijo Calero.
Las zonas donde hay mayor riesgo de que niños y jóvenes sean reclutados por las FARC son el suroccidente, el centro, el nororiente y el departamento del Chocó, en la costa Pacífica, según el ICBF y la Defensoría del Pueblo.
El perfil del menor reclutado es el de un niño rural que proviene de una familia muy pobre que ya ha sido afectada por la violencia, que registra algún nivel de desnutrición y que tiene que abandonar la escuela para trabajar, según el estudio de Springer.
La Comisión para la Prevención del Reclutamiento de Niños, programa de la Vicepresidencia de la República, ha destacado 12 condiciones bajo las cuales se facilita que los niños y jóvenes sucumban ante los “mecanismos de seducción”.

       De los 5.502 menores de edad desvinculados del conflicto armado en Colombia que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ha asistido, el 83% se ha entregado voluntariamente y el 17% ha sido capturado por las fuerzas de seguridad. En la imagen, dos integrantes de las FARC se entregan al Ejército el 15 de mayo en el departamento de Nariño. (Cortesía Ejército Nacional de Colombia)
De los 5.502 menores de edad desvinculados del conflicto armado en Colombia que el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ha asistido, el 83% se ha entregado voluntariamente y el 17% ha sido capturado por las fuerzas de seguridad. En la imagen, dos integrantes de las FARC se entregan al Ejército el 15 de mayo en el departamento de Nariño. (Cortesía Ejército Nacional de Colombia)
Entre ellos están la presencia de cultivos ilícitos, que en la zona haya altos índices de homicidio, de violencia intrafamiliar y/o de necesidades básicas insatisfechas, o donde el Sistema de Alertas Tempranas haya informado de riesgos de reclutamiento en la zona.
¿Qué tan fácil es dejar la guerra?
“La deserción de un grupo armado ilegal es una decisión de vida o muerte”, dijo Springer en su estudio.
En el caso de las FARC, es de público conocimiento que hacen juicios sumarios a quienes se atreven a desertar con un veredicto final inapelable: la ejecución. Sin embargo, no hay estadísticas oficiales de cuántos menores mueren en manos de la guerrilla al intentar salir.
Con base en los niños y jóvenes que ha atendido, el ICBF ha contabilizado que, en últimos 13 años, el 83% se ha entregado voluntariamente y el 17% ha sido capturado por las fuerzas de seguridad.
Los menores atendidos por el ICBF tienen un tutor legal mientras son reunidos con sus familias y reciben atención psicosocial. Retoman sus estudios, se vinculan a seguridad social y, en caso de no hallar a sus parientes, son ubicados en hogares temporales.
Después de los 18 años, son atendidos por la Alta Consejería para la Reintegración (ACR), la misma oficina del gobierno que se encarga de los hombres y mujeres adultos que se han desmovilizado.
“Es muy alto el porcentaje de los jóvenes que ingresan por nuestra ruta y salen adelante”, dijo González.
Un joven excombatiente que entre al programa de reintegración de la ACR sin saber leer o escribir demora hasta siete años en el proceso. Se gradúa como bachiller y luego aprende algún oficio, a la par que recibe atención psicosocial.
Si el joven desvinculado estudia y atiende las terapias psicosociales puede llegar a recibir del Estado hasta $480.000 (unos US$260) mensuales mientras está en la llamada “ruta de reintegración”. También puede pedir asesoría y financiación para establecer un negocio.

No hay comentarios: