En la
sociedad
venezolana la violencia se ha vuelto costumbre.
Incluso, muchos
niños ven esa situación como
algo normal en su vida. "La
violencia contra los
niños se ha hecho invisible. Está
resguardada
en el ámbito de las familias. Hay muertes
accidentales
de niños que reflejan el deterioro de la
capacidad para
cuidarlos", dijo Gloria Perdomo,
coordinadora de la
Fundación Luz y Vida,
durante el Encuentro de
Organizaciones Sociales,
que se desarrolla esta semana en la
Universidad
Católica Andrés Bello.
Aseguró que la violencia
se ha aceptado como una
forma natural de diversión,
credibilidad y respeto. Sin embargo, es
prevenible, y para
eso se necesitan los aportes del Estado, la sociedad y
las
familias. Propuso diseñar el plan nacional de
protección
de la niñez y crear
políticas públicas para detener la
violencia.
"Debe generarse un acuerdo con todos los sectores
del
país. Es un deber, algo urgente e
impostergable", dijo.
Por su
parte, Luisa Pernalete, coordinadora de
Proyectos de Paz
del Centro de Formación e Investigación
Padre
Joaquín, de Fe y Alegría, aseguró
que,
mientras se generan esas políticas, se puede
comenzar el trabajo.
Recordó que la Ley
Orgánica de Protección de
Niños,
Niñas y Adolescentes establece la prioridad
absoluta
de la niñez. Planteó la
organización de redes entre
las familias, la escuela,
la comunidad, las universidades y las empresas
privadas, con
el fin de prevenir y frenar la violencia contra
los
niños.
(El
Nacional, pp. C-4,
09/03 - Ariana Guevara
Gómez)
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