Violenta orfandad

Cada fin de semana mueren de forma violenta en la subregión un estimado de cinco personas, y en promedio ocho niños y niñas quedan huérfanos de padre o madre. Entre mayo de 2008 y enero de 2009, 157 menores de edad -residenciados en Plaza, Zamora y Barlovento (estado Miranda)- vieron cómo sus hogares se fracturaban al perder a uno de sus progenitores víctimas de tiroteos en sus sectores, atracos, venganzas o violencia familiar. Estas estadísticas se desprenden del seguimiento que el equipo de Últimas Noticias hizo al entorno familiar de 60 homicidios reportados en la zona en el plazo de nueve meses.

Hasta el momento, los organismos de protección a los menores de edad, misiones sociales y cuerpos policiales locales no llevan cifras de los desamparados causados por la violencia. Según una encuesta realizada a escala nacional por el Observatorio Venezolano de Violencia (Ovv) en 2006, cuatro de cada 10 hogares fueron víctimas de un crimen ese año. El estudio también expone que en tres de cada 10 residencias familiares la violencia afectó a más de un miembro de la vivienda.

María Espinoza y Gheisa Antia, socióloga y psicóloga, respectivamente, del Consejo de Protección del Niño, Niña y Adolescente (Cpnna) de Guarenas, explican que el impacto emocional y social de crecer en hogares fracturados de manera violenta se refleja en la actitud de los niños, niñas y adolescentes, y en la construcción de una sociedad de calidad. Para Antia, estos números de orfandad son alarmantes y obligan a tomar medidas; así como la implementación de programas sociales para trabajar en conjunto con los organismos que puedan reportar o dar soluciones.

(Últimas Noticias, pp. 38, 08/02 – Doris Barrios)