El arraigo de la violencia en el
país ha
traído como consecuencia el aumento de
los homicidios de
niños, niñas y adolescentes,
lo que ha convertido a las
víctimas en meras
estadísticas negativas. En los
primeros 7 meses
de 2012 han sido asesinados en el área
metropolitana
de Caracas 71 menores de edad; la cifra casi supera a la
de
todo el año anterior, cuando 86 menores de edad
fueron ultimados.
Sólo en el primer semestre del
año en curso, cuando se
registraron 59
crímenes, los homicidios se incrementaron 63,8%
en
comparación con el mismo periodo del año
anterior, en el que
36 personas fueron ultimadas.
A esas
estadísticas se suman los
homicidios registrados en todo el
país los dos
años anteriores. De acuerdo con los informes
anuales
Somos Noticia, presentados por la organización
no
gubernamental Cecodap, 796 niños y
adolescentes fueron
asesinados entre octubre de 2010 y
septiembre de 2011, mientras que en el
mismo periodo entre
2009 y 2010, 694 murieron en hechos violentos. La
profesora
María Josefina Ferrer, experta en el área
de
criminalística y victimología,
señaló que en
vista de que el Estado no ha
logrado prevenir esa situación,
está en la
obligación de brindarles la atención
adecuada
a las víctimas y sus familiares una vez que suceden
los
hechos.
Oscar Misle, director de
Cecodap,
explicó que aunque la violencia
entre los jóvenes es
multicausal, hay elementos que
influyen en los niños y adolescentes
que impiden que
valoren el derecho a la vida: "Hay muchos casos en
los
que vemos que los muchachos matan no para robar, sino
simplemente por
venganza. Hay factores sociales que
también inciden como, por
ejemplo, los niños
que se forman en un hogar con padres
adolescentes, que no
les enseñan valores de respeto. Además
hay que
tener en cuenta que, por lo general, en los hogares educamos
a los
varones con una cultura que refuerza la
violencia". Misle considera
necesario que el Gobierno
aplique medidas socioeducativas para rescatar a
los
adolescentes que son más vulnerables a las drogas y
el
alcohol.
(El
Nacional,
pp. C-10, 05/08 - Angélica
Lugo/Thábata
Molina)
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