El adolescente de 15 años de edad involucrado en el homicidio de Kenny Xavier Guillén Chacón, de 14 años de edad, admitió que apuñaleó a su compañero y luego le prendió fuego al apartamento en el que éste vivía con su padre en la avenida Fuerzas Armadas. El agresor actuó molesto porque la víctima solía burlarse de él mediante apodos con los cuales lo calificaba de homosexual. "Ante `chalequeos’ y burlas grupales algunos jóvenes optan por solucionar los conflictos con agresiones físicas porque creen que es una forma válida de corregir a los demás", explicó Oscar Misle, director de Cecodap y autor del libro Violencia en los pupitres.
Misle considera que cuando los niños, niñas y adolescentes no reciben la atención adecuada de padres, madres y docentes desarrollan una estructura psicológica vulnerable frente a las burlas de sus compañeros y compañeras. Misle -educador, orientador y psicoterapeuta- señala que es alarmante el hecho de que un conflicto por burlas sea resuelto a punta de arma blanca. "El muchacho tuvo que haber dado señales previas de violencia que no fueron percibidas a tiempo", aseveró.
Según el sacerdote salesiano y psicólogo Alejandro Moreno, dedicado al estudio de temas de violencia juvenil, aunque este tipo de situaciones no están generalizadas en los liceos venezolanos es preocupante que el joven haya planificado el asesinato. "No lo mató en un momento de rabia, sino que premeditadamente buscó la manera de que fueran a la casa de la víctima. Los muchachos se insultan a cada rato pero no por eso se matan", señaló el religioso.
(El Nacional, pp. C-2, 05/03 – Diana Lozano Perafán)
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