Se asomaba a la vida lleno de ternura. Tenía una sonrisa buena.
Quería hacer suya la alegría de la vida, aspiraba a ser piloto..
Pero, en el minuto equivocado, una bala equivocada truncó sus sueños.
Estaba conversando apaciblemente en la puerta de su casa, con unos vecinos, cuando otro muchacho con una pistola le atravesó la aorta.
Enrique pasó a formar parte de las estadísticas que señala que en Venezuela el 80% de las victimas de asesinatos son jóvenes entre 15 y 25 años. Enrique solo tenia 18 años, es el rostro de una violencia descontrolada.
Cuando a un hijo se le muere la madre se le dice huérfano, sin embargo no hay palabras para la madre a la que se le muere el hijo. Edilma, madre sola , con mucho sacrificio, y esfuerzo crió a cinco hijos, dos de ellos morochos Enrique y Alexander. Solo ella sabe cuantas horas de trabajo. Igual que muchas otras madres venezolanas siente el profundo dolor de ir al entierro de un hijo, a quien le arrancaron no solo el futuro y los sueños, cuando apenas se asomaba a la vida.
¿Que se le puede decir a una madre que pierde a su hijo?, a un abuelo que pierde primero su hijo y posteriormente a los pocos meses su nieto?. ¿Que se le puede decir a una madre que pierde su hermano y luego a su hijo adolescente?. A una madre que pierde tres de sus hijos en tiempos diferentes?. Al hermano que pierde su gemelo?
No hay palabra humana para expresar tanto dolor e impotencia, cuando se pierde una vida, no por la fatalidad, sino por una situación trágica y absurda
Los datos registran 117000 muertes entre 1999 y 2005 según un estudio de Verónica Zubillaga, investigadora del Centro de Ciencias Sociales. La muerte de jóvenes se convierte en una epidemia, que el estado no reconoce como tal y por lo tanto no pone correctivos, ni los funcionarios policiales tienen recursos.
Mientras los titulares de diarios capitalinos reseñan "Nuestros jóvenes son los que están muriendo", "jóvenes en extinción" "Los jóvenes pobres son los más afectados" Otros diarios callan.
Las calles se van tiñendo de rojo mientras el presente está asesinando el futuro
Deanna Albano
htpp://observatoriodeinfanciayjuventud.blogspot.com
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3 comentarios:
Te felicito por el artículo. Lastimosamente sé que lo que menos esperas es una felicitación ya que no se trata de un artículo, sino de la voz de tantas seres inocentes que han caido en esta guerra no declarada que vivimos a diario en nuestro país y que sucede ante la mirada indolente de un gobierno autista. Dios nos salve. Leonardo Rodríguez Angola
Reproducimos un comentario enviado a nuestro correo
Es tan grave, tan dramático lo que está pasando, que parece que nos vamos
> haciendo indolentes ante el tamaño de esta tragedia.
>
> Estaba trabajando hace un rato en el tema penitenciario, y si lleváramos
los
> datos de muertes en prisión al tamaño de la población general de
Venezuela,
> significaría que cada año morirían 572.000 personas! Desde el 2004 muere
más
> del 2% de la población penitenciaria del país.
>
> Por otra parte, tal como lo expresas, ¿qué se les dice a la cantidad de
> personas que ven cómo se pierde la vida de sus hijos en los momentos en
los
> que deberían estar soñando con sus planes futuros? Hace unas tres semanas
> escribí sobre esto en mi columna "Alerta VIH", porque solo en nuestra
> oficina, al mensajero le han asesinado a sus dos hijos, de 17 y 19 años
> respectivamente, y a la señora que nos hace mantenimiento le han matado a
3
> de sus 6 hijos, dos varones y una muchacha.
>
> Estamos conversando entre varios acerca de esto, de lo que también se hizo
> eco ahora la Conferencia Episcopal. Tenemos una enorme sensación de
> impotencia, pero de todas formas estamos pensando en el camino en el que
> podamos accionar en los ámbitos internacionales.
>
> Te mando un saludo con muchísimo cariño, y al mismo tiempo con el dolor
que
> produce esta situación tan absolutamente grave...
>
> F
>
> Feliciano Reyna Ganteaume
> Presidente
> Acción Solidaria
> Caracas - Venezuela
> www.acsol.org
Querida Ahijada: Tardíamente entro a comentar tu post. Ya personalmente lo había hecho...
Desgarradora la situación a la cual aludes la cual todos conocemos... Sin embargo, son pocas las voces que, como la tuya, denuncian tan dolorosos acontecimientos. Pareciera como si ya nos hubiésemos acostumbrado a ellos, por lo cotidiano que se han vuelto. Particularmente pienso que cuando una sociedad llega a ese estado, es porque está irremediablemente enferma.
Un fuerte abrazo. Madri.
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