La incidencia de los secuestros de niños y niñas ha aumentado de manera significativa en los últimos años. Las partes en conflicto han utilizado esta práctica en campañas sistemáticas de violencia contra la población civil en países como Angola, Nepal, Sierra Leona, el Sudán y Uganda. En los conflictos de Centroamérica durante el decenio de 1980 también fue frecuente el secuestro de niños, que en muchos casos condujo a su "desaparición" permanente.
A menudo los niños son secuestrados en sus hogares, escuelas o campos de refugiados para su explotación en trabajos forzados, esclavitud sexual y reclutamiento forzoso, y se trafica con ellos a través de las fronteras.
Recomendaciones relativas al secuestro y el reclutamiento transfronterizos
En los planes de acción regionales para luchar contra el secuestro y el reclutamiento transfronterizos de niños habría que incluir respuestas integrales en la esfera de la justicia penal, como actividades de concienciación y capacitación de las fuerzas de seguridad, el establecimiento de directrices para la investigación y el enjuiciamiento de los casos, y la protección y apoyo de las víctimas y los testigos.
Los gobiernos, las ONG y los organismos de las Naciones Unidas deberían proporcionar protección, apoyo y servicios adecuados a los niños que hayan sido víctimas de secuestro, reclutamiento, trata o explotación sexual. Las organizaciones de la sociedad civil locales, nacionales e internacionales, el sector privado, los líderes religiosos y los grupos de mujeres deberían participar en todo este proceso. Habría que fomentar la participación de las organizaciones locales de base y promover la labor de los medios de comunicación para concienciar a la opinión pública acerca de la protección de los niños afectados.
Fuente:wwww.un.org/children/conflict/spanish/index.html
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